viernes, 4 de junio de 2010

LADRÓN

Sencillo y cotidiano. Hablas de Carlos y del transporte: "No te imaginas cuanto tardamos en el paradero". Me hablas y yo me limito a abrir mis sentidos. Me pides que cierre la ventana y, mientras obedezco mecánicamente, aparece la revelación que brota de tus labios: "¿Sabes? No parecía real". Sigues hablándome y yo, perdido y pensativo, me imagino frente al computador escribiendo e intentando recordar la forma, sutil e inocente, como pides un favor.

martes, 1 de junio de 2010

BITÁCORA DE SUICIDAS

Estando en el techo del edificio de posgrados de ciencias humanas de la Universidad Nacional en Bogotá, vi una interesante lista donde se podía pronosticar la fecha del tan mentado terremoto que se avecina sobre esta ciudad.


ABIERTA A TODO EL PÚBLICO

Pero ineluctablemente exclusiva para aquel que firme primero, pues con su vida, también acabará la libre circulación y acceso a esta área del edificio.

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FITTER. HAPPIER

Hombre en la acera. Sentado. Agita sus manos. Atrás. Adelante. Pausa. Los motores rugen irregularmente. El camión al fin gira a la derecha y la camioneta roja se aleja de la esquina. Se va. Va. Va. Hombre. Piensa ingenuamente que el pan se le ha vuelto a escapar de las manos

FOTOSÍNTESIS

Considero al árbol mi hermano,
pues recibe mis bocanadas con secreto alborozo,
y sus frutos aparecen al ser mi vida huerto fértil
de superfluos y fríos ocasos.

Pienso. Mi vida está medida
en las distancias. Desde la última rama del pino
expectante de que yo caiga para poder recibir
a cambio mis suspiros.

No me tientes, pino hermano
a abandonarme y que el devenir me saque del mundo
pues, aunque mis ojos tengan una coraza -córnea y cruel-
espero sentado contigo que una mano roce mi mano,
invitándome, y por fin verás en mi tu propio designio.
Pero mientras espero, espera tú conmigo, que mis
bolsillos no están vacíos. Llenos de papeles, ellos,
inmensos almacenes del pasado.