domingo, 28 de noviembre de 2010

domingo, 26 de septiembre de 2010

FINALISMO

Inicio.

Dijo al rebelde del tiempo compungido y ya fatigado:

- Vete de aquí.

Y éste se marchó. Después se encontrarían de cuando en cuando y charlaban haciendo alarde de su memoria y disfrutando de complejos juegos de ingenio. Ocasionalmente gozaban de apuestas azarosas y la voluntad se cumplía a través de caminos disímiles.

El tiempo no para. Ambos fueron olvidados. La voluntad se había hecho y sus conversaciones versaban sobre la contingencia. Sus ojos miraban curiosamente las puertas cerradas, eso sí, jamás sin tentación de golpear.

Las vidas pasan, la vida aún no, el desastre llegó y arrojado a los caminos tuvo sed. De nuevo, con voz áspera y con gran esfuerzo (y cada articulación era dolor) repitió al rebelde en un desierto:

- Vete de aquí.

Muerte.

Hoy ya no espera en absoluto, pues comprende que no hay torniquete que valga para sanar. Apura un vaso de vino y mira la hora. El rebelde está retrasado. Entiende que no es fácil de aceptar. Hoy acabará todo y todos andan sin cuidado. Los goznes oxidados de la puerta chillan. Le llaman, se incorpora y se siente pesado.

Fin.

ACERCA DEL EVENTO

¿Pero cómo, cuando poder significa: fundación y consolidamiento en la esencia desde la facultad de transformación?

M.H.



A - A- A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A- A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A- A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A- A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A- A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A- A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A- A - A - A - A - A - A - A - A - A - A - A



Admito que era un poco peculiar y estúpido. Casi todos esperan que ponga estados con frases profundas y grandilocuentes. Facebook no puede ser una vana herramienta del ocio para un estudiante inteligente. Mentira. Este estado comprueba que, 1. No soy tan inteligente (mala suerte, madre); 2. Lleno ese vacío con presunción de agudeza; y, 3. Estaba aburrido en busca de diversión. Creo que el ítem 3 necesita ser explicado. Dentro de mis amigos (¿?) de Facebook he generado una especie de seguidores. Me gusta. Me gusta. Me gusta. Me gusta. Luego, me gustaba ver como intentaban desentrañar el sentido de las pavadas que no tenían ningún sentido. Ese goce era mío, y nadie me lo podía arrebatar, era mío mientras miraba fotos y publicaba vídeos. El caso, ese día sentado en mi silla frente a la pantalla espere unos segundos y vino. Una breve avalancha de Me gusta me hizo reír y llegó el momento cumbre. Diana Torres comentó: No entiendo mahechita :S. Por fin alguien rendido ante lo contingente, ante la impotencia y el falso asombro. Ojalá se acostumbre a ese sentimiento, y ojalá todos sigan su ejemplo. Ellos, entes peculiares, estúpidos, mentirosos. Yo cerré sesión, sonreí por lo bajo otra vez y fui a dormir un largo sueño.

domingo, 29 de agosto de 2010

SOBRETODO

"El infeliz anciano a nuestros males un remedio hallará." Odisea, IV.

El zapatero es canoso, ojos brillantes y le gusta sonreír. Su familia dice siempre que tiene un alma buena, poco dada a la ironía y la burla cruel. Gusta de las prendas cafés a cuadros con bolsillos grandes para guardar sus cosas. Todos los domingos lo visitan y le llevan caramelos masticables. Su nieto es un chico de diez años y siempre que lo ve corre hacia él y le pide, radiante, que lo cargue en su silla de ruedas. El viejo lo alza, cierra los ojos y suspira profundamente. Miren cómo quiere a ese guámbito. El niño no entiende. Nadie entiende. La sutileza la otorga el tiempo. Un día a la semana es una total mezquindad. Todos ellos ignorantes de la sabiduría y lo oculto. Eso que espera a la vera de su camino.

viernes, 27 de agosto de 2010

CUANDO LOS ANIMALES ATACAN A LOS MAGOS

"La vérité ne fait pas tant de bien dans le monde que ses apparences y font de mal." La Rochefoucauld

Escondida descubre el mensaje de texto. ¿Por qué no llora? Porque cuando comienza el juego es hora de sonreír: Arte y divertimiento.

1755

Durante el temblor la gente, espantada y asombrada, salió a la calle. La ciudad se llenó de crujidos y murmullos. Una hoja de papel es arrugada. Nadie (aunque mi persona confirmara la regla) vio que entre dos nubes oscuras, se abría una pequeña grieta en el cielo.

miércoles, 11 de agosto de 2010

LA SUERTE ESTÁ ECHADA

La suerte está echada. Yo la ataco, las desvisto y ella llora. Aún no. Repite. Aún no. De nuevo. Me levanto (¿aturdido?) una sábana se enreda en mi pie y caigo de espaldas sobre el tapete. La suerte está echada. Ella golpea mi rostro, grita y sale cerrando la puerta con fuerza.

lunes, 19 de julio de 2010

INQUISICIÓN

I
Y él se sentía mal cada vez que miraba una mujer. Sobre todo cuando iba por la calle acompañado de su madre. Siempre le quedaba la incertidumbre de que ella lo descubriera en plena acción y vislumbrar en su ceño un duro gesto inquisitorio o una seña de pudorosa indignación. Entonces él se resignaba, y cuando el bus estaba en marcha observaba con cuidado los letreros, jugando a descubrir los gazapos que se esconden en los pintorescos conjuntos multicolores de las tiendas. Lo irónico es que algunos avisos le mostraban las sensuales curvas de una mujer, hacían un énfasis morboso en las nalgas bien pronunciadas de una modelito cualquiera. El multicolor grotesco lo espantaba. ¿Es aquella la luna o un anuncio de la luna? Él nunca contestaba esa pregunta, y su mente era un botadero de luces de neón. Onda y materia. Y todo eso era una carga. Por eso cuando se alejaba de la ciudad abría de verdad sus ojos y respiraba hondo.

II
Es un hermoso día oscuro. Se alegra de tener el privilegio de dejar la ciudad con la complicidad del clima. Disfruta montones fingir que aquella es una despedida definitiva y que cada vez ira más lejos: - Una vaca por vez. – Piensa y ríe viendo los potreros inmensos de pastos altos y cercas chuecas mientras sus ojos lagrimean y su boca se seca por el cortante viento frío que entra por la ventana del bus. Mecánicamente alza su mano y se acomoda un mechón de pelo que se atraviesa en su ojo derecho. El viento le juega una mala pasada justo cuando ve una rubia en un Ford blanco que sobrepasa rápidamente el destartalado bus donde viaja. Su madre estaba tres filas adelante. Otra oportunidad perdida, y resignado observa como se va acercando a esas torres metálicas. Cierra la ventana y las gotitas mojan los vidrios. El sonido agudo en sus oídos se hace más vivo cuando cierra sus ojos.

III
La gente que visita los miradores esta decepcionada. Dispara flashes a sus familias y en el fondo se ve la neblina que esconde aquel “imponente escenario natural que se ha convertido en destino predilecto de los amantes de la naturaleza”. Él ha convertido su folleto en un avioncito de papel que guarda en el bolsillo. Un hombre moreno conversa con su madre.
- Parece que en el otro mirador ya se ve mejor.
- Es que con el clima uno nunca sabe.
Se apoya en la barandilla y durante un instante sólo llegan ecos lejanos de graznidos. Luego un ave gris casi desplumada aterriza en el barandal de madera. A duras penas logra respirar y lo observa sin interés. El pájaro viejo lo entretuvo hasta que vislumbra un techo que antes fue rojo. El mirador se revela lentamente a sus ojos y la escena le recuerda como los barcos arriban a los lejanos puertos ingleses. En-sueña. Su madre se acerca y dice algo increíblemente estúpido acerca del hombre con el que había hablado. Por puro respeto no estalla y guarda silencio, muy a su pesar, pues la aparición del otro mirador viene acompañada por la de la rubia del Ford, apoyada como él en una agrietada baranda de madera. Su madre se va, pero no puede librarse de aquel tabú. Baja la mirada y al meter su mano izquierda en el bolsillo encuentra el avioncito de papel. Lo saca y se alista para lanzarlo. Involuntariamente (tal vez no) alza su cabeza y ve que ella lo observa. Sus cejas levantadas y arqueadas y su boca tan cerrada que sus labios desaparecían cada vez más. Inquisitiva y recriminadora. Arruga con vehemencia el avión y se sienta sobre el suelo húmedo. Todos deberían irse de allí. Abandonarlo. El pájaro gris se sacude con espasmos pequeños y rápidos. Su familia se acerca, lo han estado buscando. Abre la boca:
- Todos, hagan fila para saltar.
- ¿Qué?
- No. Nada. ¿Qué hora es?
Afortunadamente no habían escuchado tamaña sandez. Él sabe que la decepción apendeja. Se levanta y ve como ella se marcha y la pierde de vista cuando cruza la puerta que conduce a los ascensores. El pájaro se sacude por última vez.
- Sólo eso me falta. – Y en vez de saltar toma el ascensor.

viernes, 4 de junio de 2010

LADRÓN

Sencillo y cotidiano. Hablas de Carlos y del transporte: "No te imaginas cuanto tardamos en el paradero". Me hablas y yo me limito a abrir mis sentidos. Me pides que cierre la ventana y, mientras obedezco mecánicamente, aparece la revelación que brota de tus labios: "¿Sabes? No parecía real". Sigues hablándome y yo, perdido y pensativo, me imagino frente al computador escribiendo e intentando recordar la forma, sutil e inocente, como pides un favor.

martes, 1 de junio de 2010

BITÁCORA DE SUICIDAS

Estando en el techo del edificio de posgrados de ciencias humanas de la Universidad Nacional en Bogotá, vi una interesante lista donde se podía pronosticar la fecha del tan mentado terremoto que se avecina sobre esta ciudad.


ABIERTA A TODO EL PÚBLICO

Pero ineluctablemente exclusiva para aquel que firme primero, pues con su vida, también acabará la libre circulación y acceso a esta área del edificio.

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FITTER. HAPPIER

Hombre en la acera. Sentado. Agita sus manos. Atrás. Adelante. Pausa. Los motores rugen irregularmente. El camión al fin gira a la derecha y la camioneta roja se aleja de la esquina. Se va. Va. Va. Hombre. Piensa ingenuamente que el pan se le ha vuelto a escapar de las manos

FOTOSÍNTESIS

Considero al árbol mi hermano,
pues recibe mis bocanadas con secreto alborozo,
y sus frutos aparecen al ser mi vida huerto fértil
de superfluos y fríos ocasos.

Pienso. Mi vida está medida
en las distancias. Desde la última rama del pino
expectante de que yo caiga para poder recibir
a cambio mis suspiros.

No me tientes, pino hermano
a abandonarme y que el devenir me saque del mundo
pues, aunque mis ojos tengan una coraza -córnea y cruel-
espero sentado contigo que una mano roce mi mano,
invitándome, y por fin verás en mi tu propio designio.
Pero mientras espero, espera tú conmigo, que mis
bolsillos no están vacíos. Llenos de papeles, ellos,
inmensos almacenes del pasado.

viernes, 2 de abril de 2010

Positivismo

Mientras agonizo abro los ojos. El cielo. Amarillo. Esto es totalmente absurdo. Así que, recojo mi chaqueta negra y me marcho a almorzar con mamá.

jueves, 18 de marzo de 2010

Círculo 8

La vida ha sido dura con Carlos. Este pensamiento cruza mi mente, mientras tanteo mis bolsillos vacíos y veo como aquel viejo conocido se aleja huyendo para perderse entre la multitud de la calle 68.

jueves, 4 de marzo de 2010

Rata Atolondrada

Cuán suave aquel tiempo de placer!
Temblad mortales! Yo soy muy fuerte
Cuando consigo con mi descaro,
¡En un bostezo quebrar la fuerza!


Paul Valéry

La vieja pelaba una naranja y yo me sacaba lentamente la camiseta.
La vieja pelaba una naranja después de haber echado seguro a la puerta.
La vieja pelaba una naranja, mientras el sol se colaba por las persianas maltrechas y yo luchaba por zafarme los broches.
La vieja pelaba una naranja, mientras yo me detuve indeciso, con mi ropa a mis pies y siguiendo con la mirada las volutas de polvo reveladas por la luz intrusa. Y también contemplaba a la vieja, sudorosa y cansada.
Entonces me marché.
Aquel crucifijo en la pared: la disminución divina de todo el fuego del Seductor!

martes, 23 de febrero de 2010

La muerte: un lugar común

La muerte. Explicarla produce la misma impotencia que sentirla, que vivirla (curiosa paradoja). En algunos la idea les produce terror y renuncian a su comprensión. Aquellos son los apóstoles que predican las maravillosas bondades terrenas, se casan, se reproducen y al final caen. Y sus hijos vestirán de negro, tomarán vuelos y buses atestados, y llorarán mientras aguantan una lluvia de palmaditas de ánimo.

Seis pies de tierra y un adiós separan a los que se extrañan. Aquel hombre –aquel que lleva un ramo de flores- volverá todos los días a visitarla. Nadie se lo ha dicho, pero yo lo pienso. Pienso, cuando le veo caminar todos los sábados bajo sol y lluvia con un vestido negro ajado por el clima inmisericorde, que más le hubiera valido tener sus cenizas sobre la chimenea. Aunque queda la idea en el aire que los muertos no están en casa, pues nunca contestan el teléfono…

La voz de los muertos. La voz del señor Valdemar surge de las profundidades de un posible averno dantesco, áspero, rocoso y terreno. Las palabras de las sombras de antaño provocaron piedad en Eneas y Odiseo. Los silencios eternos de la amada muerta de un poeta, aquel que hablará por ella el resto de sus días. La voz de un chico que se despierta confundido y le dice a su madre que ha soñado con su hermanito que está en el cielo vestido de blanco.

La muerte. El muerte. ¿Muerte? Nos arrodillamos ante su inevitable presencia y será en canto del gallo al amanecer de la religión. La encaramos y retamos, y los mesías de bata blanca hablarán de vacunas, experimentos y esperanzas. Ambos bandos cenan al mismo tiempo, mirándose frente a frente; y al final, así como cuenta El Cronopio en uno de sus relatos, quedarán pedacitos de vida sueltos en la mesa. Los restos de la generación que crece.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Dig

Supe de la sensatez y la recursividad de aquel hombre cuando dijo:

-Nunca entraría solo a un laberinto, y jamás sin una pala.

Obvié -y aspiro que usted también lo haga- el hecho de que en el caso hipotético de que el suelo del laberinto fuera adoquinado, pues la perfección no existe en el mundo.

sábado, 13 de febrero de 2010

5 de febrero

A T. Aún estoy vivo. Encore des saignements!

I

Un libro olvidado.
La almohada húmeda.
El espejo rojo.


II

Cuando pierdo el rumbo,
Cuando camino digno y pálido
Y las luces de la Avenida Quito se convierten en paquetitos entregados por un cartero vestido de overol amarillo
Y hago equilibrio con tres platos, dos navajas y una peineta roja.
En esos desconocidos distantes, no lo pienso mucho
Y digo luchando con la palabra esquiva:
"No me lleves a casa"
Y espero,
Un segundo,
sonríes
Dos segundos,
la palabra tímida
Tres segundos,
tus ojos se velan tras un diminuto escudo de mar
Que se derrama, y su ruido
Cadente, perturbador, denso, azul cobalto
Trae entramado mi llamado.
No habrán letreros pero seré bienvenido
Y despertaré con la garganta seca (y las palabras aún entonces serán finitas)
Revisaré mis bolsillos y me aliviaré al ver mi rostro en un espejo.
¡Buenos Días!

martes, 9 de febrero de 2010

Emile

Espero sentado
solo triste maldición lágrima.
El vértigo es mi madre,
es la estética del abrazo al borde del precipicio.
Bella salmuera
sublime despedida
desde la cima del muro escucharé atentamente
la caída
de una pluma
y ¡correrá la tinta! mientras llora el calamar
y me espera una cena en el fondo abisal
que celebrará por siempre nuestro naufragio
y el ardor de mi carne al caer entre arrecifes

viernes, 29 de enero de 2010

Lo pensaré durante el resto del día

Diego va en su bicicleta. Unos metros adelante suyo un anciano va a cruzar la calle. Por supuesto Diego frena, se quita un mechón de pelo de su cara, hace un ademán con la mano y sonríe. A cambio, ha recibido esta malhadada repuesta:

- Gracias, señorita.

jueves, 14 de enero de 2010

En honor a Ícaro

En el fin de los tiempos Helios será el vencedor y los ángeles maltrechos vagarán en un inmenso desierto esférico.

miércoles, 6 de enero de 2010

Perspectiva optimista ante el adiós

Gracias especialísimas a Thom Yorke.

Mahecha al morir a dejado la idioteca. ¡Salud!

De las visitas inesperadas desde San Francisco

El miedo no viene empacado en cintas de color, ni se aparece chocando contra las ventanas en que miramos. Acaso alguna vez tome la forma de un fantasma de alguna minificción.
Pero yo, yo conozco el miedo porque tú -si acaso vuelves a aparecer- has entrado y leído parte de mi pasado. Se que no volverás más, pero dejas en mi la sensación de que mis letras son una mercancía de entrar-y-tocar. Tal vez mañana la visita sea de Dubai o Niza. Ellos entrarán y no entenderán ni siquiera esta confesión, pero sin saberlo violarán parte de mi quisquillosa soberanía. Debe ser el precio a pagar por producir ars longa.

lunes, 4 de enero de 2010

Thánatos

A Kike S.

Que descubrió el artista que la mejor manera de darse a conocer es haciendo el genuino ars longa, que consistía en hacer de su profesión una línea continua e ininterrumpida en la que cada movimiento, pensamiento, bocado, expulsión, insulto, mirada, baño, entrada, salida, caricia, soplo, golpe y confesión comprendieran en su totalidad un valor estético y sublime.
Desgraciadamente el artista no conocía la vita brevis, razón por la cual la inmortalidad no alcanzó su obra y yo recibí un lienzo a medio acabar.

Diálogo y solemn warning en una tarde de invierno y ríos crecidos

- No se engañe usted, que algo de lo que me siento capaz es hablar basura cuando cae el sol.
- Pero aún son las 4 y 10.
- Peor aún. En estas ocasiones sólo podré cantar cuitas melancólicas, metálicas y chirriantes.
- ¿Y mañana a las 20?
- Lamentablemente dos horas antes paseando en la alameda arrojaré mi cuaderno de apuntes al Sanjuán, para luego arrepentirme.
- ¡Cuánto lo siento! Quisiera usted…
- Agradezco de corazón. Prefiero los lirios.

Odios son amores

Para Layton si aún se acuerda

- Todos los papás tienen moza – dijo de repente Iván.

Yo que entonces era un sujeto dócil, no fui capaz de rebatirlo. Fue tan contundente. Era un lector de la vida genial. Creo que aún lo es, aunque no podría asegurarlo. Hace tanto que no le veo. A lo mejor habrá cumplido su promesa. Esa promesa que hizo mientras esperábamos que nos recogieran del colegio. Era mediodía y de repente me dijo:

- Si no soy rico a los 30 años, me suicido –

Yo que entonces era creyente, me espanté. Era mi mejor amigo y no lo quería ver condenado y envuelto en llamas. Pero él sólo se reía y me miraba con ojos traviesos. Me manipulaba, jugaba conmigo. Cada vez que me decía algo me hacía asentir. No es la única persona que lo ha logrado, pero fue la primera en esa larga lista de sumisión. Yo soy un tipo de esos que meten las manos a los bolsillos y se aleja mirando al suelo. Y al suelo estaba mirando cuando Iván dijo lo de las mozas. Había comenzado contándome que la tarde anterior, después de que su papá lo recogiera en su taxi, habían salido por una ruta diferente. Los pormenores del viaje nunca los supe, aunque él siempre fue fanático de los detalles. Se limitó a contarme que al llegar a una casa desconocida había conocido a una simpática señora. Yo estaba pensando en que decir cuando terminara. Afortunadamente el curso de los acontecimientos hizo que en vez de un forzado i’m so sorry, saliera un espontáneo what’s the fuck!

¿Qué carajos podía decir ante eso? ¿Quién me garantizaba que mi papá no tenía otra mujer? Porque yo, aunque callado no era ciego. Como aquella vez que de mañana íbamos al colegio, y veía de reojo caminado unos metros más adelante, como él le susurraba algo al oído a una rubia en sudadera azul. Me apena decirlo pero mi papá me dio asco. Tanto asco que cuando me alcanzó le di un golpe en el brazo. Otro golpe. Otro más. Y la infantil y cariñosa pregunta de mi padre ¿Diego por qué me pega? No fui capaz de decirlo. Sólo di un golpe más. Recordaba a mi mamá diciendo conteniendo las lágrimas en un vano intento patético:

- ¡Es que yo no confío!

Yo tampoco podía confiar. Aunque todas las mañanas grises saliera en pijama a dejarme a tiempo con los demás niños. No sé si realmente lo quiero o es una forzada gratitud. Aún en mi adolescencia intentaba acercarse, y me acariciaba la cabeza. Obviamente yo huía instintivamente. Sé que lo hacía sentir mal pero no lo podía evitar. Es que yo no confío.

Nunca más tocamos el tema con Iván. Luego como buen lector que era descubrió que yo me había enamorado de su novia. Lastimosamente éramos pésimos amantes y ambos quedamos solos. Yo lloré, él… no tengo idea. Nunca le vi llorar. A lo mejor si se mató. Filósofo loco. Como lo odio.

11 P.M.

Brilla, brillando en azul
en la palestra de Selene.
Calla, moviendo las cuerdas.
Es una crueldad moirica,
y avanza
al mismo tiempo.
Presente.
Pasado.
Cuidado.

Acerca del odio contra Murphy

En un sueño descubres de pronto que tienes las piernas largas como-patas-de-flamenco. Alegría infinita para ti, amante de los paseos. Das un par de pasos y sales de este mundo. De repente las patas se quiebran, caes de la cama, agarras de un manotón las cobijas y vas a dormir al sofá.