A T. Aún estoy vivo. Encore des saignements!
I
Un libro olvidado.
La almohada húmeda.
El espejo rojo.
II
Cuando pierdo el rumbo,
Cuando camino digno y pálido
Y las luces de la Avenida Quito se convierten en paquetitos entregados por un cartero vestido de overol amarillo
Y hago equilibrio con tres platos, dos navajas y una peineta roja.
En esos desconocidos distantes, no lo pienso mucho
Y digo luchando con la palabra esquiva:
"No me lleves a casa"
Y espero,
Un segundo,
sonríes
Dos segundos,
la palabra tímida
Tres segundos,
tus ojos se velan tras un diminuto escudo de mar
Que se derrama, y su ruido
Cadente, perturbador, denso, azul cobalto
Trae entramado mi llamado.
No habrán letreros pero seré bienvenido
Y despertaré con la garganta seca (y las palabras aún entonces serán finitas)
Revisaré mis bolsillos y me aliviaré al ver mi rostro en un espejo.
¡Buenos Días!
No hay comentarios:
Publicar un comentario